El mal de Berta

La pequeña Berta era el orgullo de familia, hasta que un día la directora de la escuela citó a los padres para comentarle que la niña estaba leyendo libros espantosos, como: La bella durmiente, Blancanieves, Hansel y Gretel, … relatos que ganan los buenos y las brujas son injustamente maltratadas.
Berta alega que la última de las historias nombradas la bruja se los quería comer…cosa que molestó a la maestra, que nunca había tenido en esos 150 años de docente una alumna con ese pensamiento tan horroroso.
Pero además Berta se reía con risa cristalina, alegre y feliz; no con una risotada malvada y tétrica digna de una bruja.
Que un día ayudó a una niña que se cayó en la calle, en vez de burlarse de ella.
Y les dijo a los padres que la estudiante estaba gravemente enferma de “bondadisisextremis” y que esa enfermedad era sumamente contagiosa, por lo tanto no podría permanecer en la escuela hasta que no volviera a ser mala, cruel, egoísta y envidiosa…
El hechicero que sus padres la llevaron dijo que la enfermedad era irreversible, porque el mal había avanzado por culpa de ellos, que habían la tratado siempre con mimos y cariño, la escuchaban con atención y le sonreían con ternura y que no podían pretender que Berta fuera una buena bruja con ese trato y que el gran amor que sentían por su hija, la había terminado por enfermar.
“La Asociación Internacional de Brujas y Hechiceros Más Malos Que la Peste” expulsaron a Berta y a sus padres de la congregación…pero a ellos muchos no les importó porque a la pequeña le habían comenzado a salir alitas en la espalda y como no tendrían una gran bruja como hija, se encargarían que fuera la mejor de las hadas.


Versión del cuento: “El mal de Berta” de Viviana Centol del libro: Los mejores cuentos de Brujas
Realizado por los alumnos de 5º grado: Franco Chaivetta; Axel Alvarez y Ramiro Barón